Un editorial en el que como decía Quevedo, juzgan sin tener juicio. Hablan y critican sin conocimiento de lo que es. He intentado contestar y no me deja toda la contestación. La hago aquí

La Cultura y la plata

En primer lugar, informarles que soy José Luis Matienzo, actor y director profesional español tanto de teatro, cine como TV, que estuve presente en el X Entepola Colombia en agosto. He leído el editorial publicado el 21-08-2012 titulado Plata y libertad, y querría hacerles llegar unas consideraciones.

Al leerlo, la primera impresión que me dio fue de que hablaban confusamente sobre algo que no deben conocer grandemente, el Arte escénico. Y perdonen que utilice el plural, pues aunque un editorial lo escribe una persona, se considera que es la directriz de todos los trabajadores de la revista, cobren más o menos plata, incluso los que hagan colaboraciones gratuitas.

Tras un comienzo que intenta ser motivante para las conclusiones finales, pues habla de que las maquinarias totalitarias del siglo XX fueron efectivas contra las artes y artistas, yo añadiría que en todas las épocas de la humanidad los poderes políticos, económicos, religiosos y fácticos han intentado controlar las iniciativas artísticas y de otros tipos que les cuestionase o hiciese temblar su estatus y prebendas. ¿Recuerdan la Santísima Inquisición, el no enterramiento de los cómicos o juglares en campo santo…? A Tolstoi le preguntaron por qué no escribía teatro, y contestó que porque los censores no se leían las novelas y no se las censuraban, pero el teatro sí se lo podían censurar porque llegaba al pueblo.

Pero de ahí a decir que es consensuado que las artes sólo florecen cuando hay libertad y plata. Normalmente las artes consiguen descubrir lenguajes nuevos cuando se aparta de la estabilidad social y económica, pues son motivantes para los artistas. Cervantes empezó a escribir El Quijote estando en la cárcel en Sevilla y hundido económicamente. Picasso pintó el Guernica en 1937, en plena guerra (eso sí, por encargo del gobierno de la República). Recuerdo una charla que tuve hace años con Pepe Estruch (director español que dirigió bastantes veces a Margarita Xirgu, la actriz para la que García Lorca escribió y estrenó gran parte de su teatro), donde me dijo que “cuando acaba el dinero, comienza la imaginación, el arte”.

Que el dinero puede ayudar a formar actores, a producciones costosas, efectos impresionantes,… Sin lugar a dudas, pero también suelen enmascarar la falta de imaginación, la ausencia de creatividad, enmascarar defectos interpretativos,… Los mecenas son buenos, mientras no se conviertan en censores y directores, como ha ocurrido repetidas veces en la historia. Normalmente los bestseller o superventas no son los mejores libros, pero sí son los más conocidos y los más rentables. Ni la mejor revista y con contenido más interesante es la mejor encuadernada y de mejor papel.

Perdónenme que les diga que yo he visto mejor teatro en alguna sala alternativa madrileña o en festivales populares por Sudamérica que en el Teatro Carcano de Milán (donde estrenaba Verdi). Para afirmar que el Teatro en Nueva York o en Londres en mejor que en La Paz o en Puerto Príncipe, me imagino que alguien de la editorial habrá visto espectáculos suficientes en cada sitio para poder confirmarlo, y con un nivel lingüista y sociocultural suficiente para entender todo los que los actores le intentaban hacer llegar en ese complejo mundo de la comunicación: lenguaje, expresiones, modismos, cultura, etc.

Seguramente sus lectores pensarán que nunca han visto un teatro de calidad porque no han pasado por La Scala de Milán (desde 140 euros), o los musicales de Nueva York. Es como decir que no has escuchado buena música contemporánea si no has estado en uno de los diez conciertos en cinco noches que dio Bruce Springsteen en el club Bottom Line de Nueva York en agosto de 1975. O que no han leído buena prensa hasta no leer The Washington Post, y que en Bogotá no puede darse una buena prensa. Además de ser una exageración, es un error.

El teatro nació en las fiestas griegas clásicas, las grandes y las pequeñas dionisiacas, y nació en el pueblo como un medio de comunicación y disfrute del pueblo, y sigue siendo eso: una comunicación ‘artística’ entre unos actores y unos espectadores. Luego se podrá vestir, adecuar, condicionar, criticar,… pero en esencia, es esa comunicación empática y bidereccional que se produce del escenario (sea cual sea) y el espectador. Y ese espectador puede ser hombre o mujer, rico o pobre, colombiano o japonés, joven o viejo,…, lo importante es adecuar el lenguaje artístico para que la comunicación exista.

Y yo pienso que sí puede haber buen teatro con poco dinero, y buena música, y buena danza, aunque se la vista con poco artefacto escénico, con pocos recursos. Y lo pienso, porque lo he visto, por ejemplo en el Entepola que critican ustedes, creo que sin haberse dignado en acudir no ya todos los días, sino al menos alguno. Y lo creo, como pienso que hay buenos periodistas que hablan de lo que conocen aunque cobren poco, y como creo también que no se debe hundir a una editorial porque los responsables de correcciones de sus publicaciones no se hayan dado cuenta que es Entepola (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano) y no Entrepola, movimiento cultural importante y extendido por toda América. Y es cultural, no caridad ni terapia como afirman ustedes que hace Mary Oliarte, a quien sería bueno que antes de juzgar y sentenciar, la conociesen, no vayan a convertirse sin darse cuenta en otra de las máquinas totalitarias del siglo XXI que critican al comienzo de su editorial.

El DRAE define Cultura como ‘Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico’ y ‘Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.’ Una última recomendación: revisen su concepto de Cultura, pues están excluyendo a una gran mayoría de la población, la que algunos llaman ‘el pueblo’.

José Luis Matienzo

http://www.revistaarcadia.com/opinion/editorial/articulo/plata-libertad/29291

domingo, 5 de agosto de 2012


Esta es una pequeña colección de fotografías conseguidas de muchos de los participantes del Encuentro de Teatro Popular en Bogotá 2012.
se han descartados las secuencias fotográficas y otras con baja visibilidad, que en todo caso tendrán a su disposición en el DVD que será socializadoa a través de éste blog para todos Ustedes.
Si deseas que tus fotografías hagan parte de ésta colección puedes enviarlas a gecperiferica.blogspot.

algunos de los fotográfos que participarón de ésta colección:
Luis Matienzo.
Leonardo García.

si encuentras una fotografía que ha sido tomada por ti, envianos el comentario o correo y con gusto te añadremos al listado de créditos.